Viaje
Hoy me mira la luna
blanca y desmesurada. Es la misma de anoche,
la misma de mañana.
Pero es otra, que
nunca
fue tan grande y tan pálida.
Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.
Tiemblo como en los
ojos
suelen temblar las lágrimas.
Tiemblo como en las
carnes
sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna
ha movido
sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna
me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor
y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma -gato nocturno-
sobre la luna salta.
Va por los cielos
largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos
largos
sobre la luna blanca. |