El llamado

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Alfonsina Storni

 



El llamado

Es noche, tal silencio
que si Dios parpadeara lo oyera. Yo paseo.
En la selva, mis plantas
pisan la hierba fresca que salpica rocío.
Las estrellas me hablan, y me beso los dedos,
finos de luna blanca.
De pronto soy herida...
y el corazón se para,
se enroscan mis cabellos,
mis espaldas se agrandan,
oh, mis dedos florecen,
mis miembros echan alas,
voy a morir ahogada por luces y fragancias...
Es que en medio de la selva,
tu dulce voz me llama.